martes, 13 de octubre de 2015

Primera modista de la historia

Bertin fue aprendiz de modista a muy temprana edad, a los 15 años llega a París. Abrió su propia tienda de ropa - Le Grand Mogol- en 1770 y rápidamente encontró clientas entre las influyentes damas de la nobleza, incluyendo a la Luisa, duquesa de Chartres, que también patrocinó en Versalles a la pintora Élisabeth Vigée-Lebrun, que se encapricho con sus diseños.

Cuando María Antonieta llega de Austria a Francia, acoge los nuevos estilos y modas como forma de mostrar su sincera dedicación a su nuevo país. La duquesa de Chartres le presenta a Rose Bertin en 1772. En un cuarto especial en el palacio de Versalles Rose Bertin creaba nuevos y numerosos vestidos para la reina María Antonieta, ya que Bertin no podía ser admitida en el compartimiento donde esperaba la reina y sus damas, por ser plebeya.

Dos veces a la semana, luego de la coronación de Maria Antonieta, Bertin presentaba sus nuevas creaciones a la joven reina y pasaba horas discutiendo sus creaciones. La reina adoraba su guardaropa y estaba apasionada con cada detalle y Bertin su sombrera se convirtió en su confidente y amiga

En la mitad del siglo XVIII, las mujeres francesas habían comenzado a hacerse el “pouf” (crecer, alargar) sus cabellos con colchas y pomadas y usaban grandes y lujosos vestidos.

Bertin usaba y exageraba las modas más importantes para María Antonieta con peinados de alturas sobre los tres pies. La moda del Pouf alcanzó tales extremos que se convirtió en la marca del periodo, junto con decorar el cabello con ornamentos y objetos que mostraban eventos recientes. Trabajando con Leonard, el peluquero de la reina, Bertin creaba peinados que se volvían el furoror de toda Europa: el cabello podía ser adornado, estilizado, cortado dentro de definidas escenas, y modelado dentro formas y objetos y oscilaba desde recientes chismes de nacimientos de las infidelidades de los maridos hasta barcos navieros franceses como el Belle Poule, hasta el Pouf “a los insurrectos” en honor a la guerra de revolución norteamericana. El peinado más famoso de la reina fue “la inoculación” pouf que ella usaba para publicitar su éxito al persuadir al rey para vacunarse contra la viruela.

La moda continuó su fluctuante progreso; y los sombreros y adornos de la cabeza altísimos con sus superestructuras de gasa, flores y plumas, impedían a las mujeres encontrar carruajes suficiente altos para entrar, y muy a menudo se les veía inclinadas, o manteniendo sus cabezas adornadas fuera de la ventana.

Si el uso de estas extravagantes plumas y adornos en la cabeza hubiera continuado dicen las memorias de este periodo muy seriamente, habría efectuado una revolución en la arquitectura. Hubiera sido necesario agrandar las puertas y techos de los teatros, y particularmente el cuerpo del carruaje.

Una vez la reina ordenó los más recientes looks a Rose Bertin, entre ellos el provocativo “robe a la polonaise”, con el corpiño que realzaba el pecho, con ondulantes faldas que descubrían los tobillos, el conjunto era coronado por un "pouf".A partir de los años 1780 un cierta anglomania se traduce en la moda por la adopción de los hombres de una chaqueta y un redingote (riding coat- abrigo de montar a caballo) y para las mujeres de la prenda de andar masculina como la robe (vestido) redingote. llamado redingote. María Antonieta adopta esta anglofilia usando el redingote, con lo que ofende a los patriotas franceses.

Los imponentes robes à paniers cubiertos con pedrerías y volantes, los zapatos bordados con diamantes, y los peinados monumentales son llevados esencialmente en la corte, en los bailes, en las fiestas o en el teatro. En la vida ordinaria, bajo la influencia de las ideas de Juan Jacobo Rousseau que predica la simplicidad de las costumbres y una vuelta a la naturaleza, la moda tiende hacia una mayor sobriedad. Se adoptan los vestidos simples tales como la “robe à la polonaise”, también llamado “robe à la reine”, cuyos lados traseros podían ser levantados o bajados gracias a cordones.
María Antonieta luciendo la polémica "robe chemise" hecha por Bertin. Retrato de Vigée-Lebrun, 1783.

En 1783 Élisabeth Vigée-Lebrun retrató a María Antonieta luciendo la famosa "robe chemise" diseñada por Rose Bertin, lo cual fue tan escandaloso para su época que se tuvo que pintar un segundo retrato de la Reina con un adecuado vestido de corte.

María Antonieta convocó a Bertin para vestir unas muñecas a la última moda como regalo para sus hermanas y su madre la emperatriz María Teresa I de Austria, estas muñecas fueron llamadas "Pandoras", y podían ser hechas de cera, madera o porcelana, tenían un poco menos del tamaño que una muñeca de juguete común, o podían ser tan grandes como la mitad o igual a una persona real. Estuvieron en voga antes de la aparición de las revistas de moda.

Llamada "Ministro de la Moda" , Bertin fue la mente tras casi todos los nuevos vestidos comisionados por la Reina. Los Vestidos y el cabellos se convirtieron en el vehículo personal de la expresión de María Antonieta, y Bertin vistió a la reina desde 1770 hasta su destronamiento en 1792. Bertin llegó a ser la figura más poderosa de la corte, y ella presencio y algunas veces efectuó profundos cambios en la sociedad francesa. Sus largos y ostentosos trajes aseguraban que quien los usara tomaría al menos tres veces más espacio que su contraparte masculina, en este sentido daba a la figura femenina una imponente, no pasiva, presencia. Sus creaciones también establecieron a Francia como centro de la moda, y desde entonces los vestidos hechos en París fueron enviados a Londres, Venecia, Viena, St. Petersburgo y Constantinopla. La imitada elegancia parisina establecía la reputación mundial de la couture francesa. Bertin llega a vestir a la reina Sofía Magdalena de Suecia, a la reina María Luisa de España, a la reina de Bohemia, a la reina de Suiza, a la Duquesa de Devonshire y a la Zarina María Feodorovna de Rusia, y otras personalidades de la época, creando un auténtico imperio del traje desde su tienda en la calle Saint Honoré.

Bajo el generoso patrocinio de la reina, el nombre de Bertin se convirtió en sinónimo de elegancia y de los excesos de Versalles. La cercana relación de Bertin con la Reina la proveyò de una valiosa experiencia en cuanto al significado de la moda en el aspecto social y político en la corte francesa.

Mientras culpaban a la reina de todos los derroches y excesos, las francesas la imitaron oculto. No había una sola mujer que no tuviera el mismo vestido, la misma capa y las misma plumas que le habían visto usar a la reina. Las mujeres se agolpaban alrededor de Mademoiselle Bertin, su sombrera y modista: había una absoluta revolución en el vestido de las damas, quienes daban importancia a esa mujer. Las madres y maridos murmuraban, dando lugar a escenas de discusiones domésticas con la queja de que: esa reina será la ruina de todas las damas francesas.

Los precios de Rose Bertin era exhorbitantes, así lo documentan los records anuales de los gastos de ropa de María Antonieta en las cuentas de la modista, pues la reina nunca usaba nada dos veces; los trajes y sombreros de Bertin podían fácilmente costar 20 veces más de lo que una hábil costurera de la época ganaba al año.



















Bibliografía: http://es.wikipedia.org/wiki/Rose_Bertin
Imagenes: www.google.es

video sobre moda.

Aqui os dejo un video muy interesante sobre dos bloggers de moda.



Imágen relacionada con el mundo de la moda

Viva la moda y viva tú! Siéntete bien por como vistes, sin importar nada ni nade!




Presentación Personal

Hola Bloggers.

Me llamo Mª Eugenia Spina.



He nacido en una isla, Ibiza, con mucho encanto y que os recomiendo viváis desde las mañanas espectaculares, a las noches más divertidas.
También es referente en el mundo de la moda ya que desde principios de los años 70 se inició la cultura de la moda Adlib.

Os dejo un enlace que os informará sobre esta corriente:



He iniciado hace ya unos años mi gusto y aprendizaje en el mundo de la moda, que ahora sigo con el Ciclo Formativo de Grado Superior de Modelismo de Indumentaria.